Así como quien regala una computadora a una escuela rural sin luz, el gobierno hace una “generosa donación”, y este hospital más bien sencillito y de corte pueblerino, recibe un sofisticado e inútil robot para asistir en casos de incendios relacionados con factores químicos o nucleares. El robot tiene muchas utilidades: sabe realizar el reconocimiento, inspección, neutralización, transporte y manipuleo de explosivos pero también descargar un lavaplatos, tocar al trompeta, etc. etc. etc.
Esta es, pues, la razón por la cual el personal del hospital decide realizar un simulacro de incendio: como agradecimiento al gobierno por el regalo recibido.
Dos referencias posibles para la construcción del robot: el robot-cartón o el robot-humano con detalles de robótica.
Los personajes
Con este robot-humano, se resignifican los personajes cabeza de televisor, y toma más peso, considero yo, el tema del “simulacro”. La idea es buscar diferentes formas de contar, en este juego entre lo real y lo virtual, lo orgánico y la máquina, el tema de la relación máscara-esencia que se da en el ser humano.
Las formas de representación del humano pueden ser entonces:
- Proyecciones gigantes en paredes (acá se me ocurre la posibilidad de borrar a estos personajes con luz)
- Proyecciones de personajes sobre los mismos espectadores (aprovechando con este recurso las posibilidades de lo espacial) y generando, con suerte, algún tipo de identificación interesante (nota “jajaja”: acepción psicológica de la palabra “proyección”)
- Los humanos-televisor
- El humano-robot
La figura gigante proyectada en la pared será la de la esposa del gobernador: La idea es darle una representación etérea, omnipresente, el espacio de lo idolatrado, de lo inalcanzable. Lo simpático, a mi entender, es otorgarle este lugar a un personaje que evidencie ser muy berreta: no es el presidente, no es la primera dama, no es la gobernadora, es la esposa del gobernador. (Capaz podría buscársele un “cargo” aun menor).
Esta idolatría potencia la inocencia de los personajes.
El espacio
El espacio estará dividido en dos. Primero la gente llegará al espacio A. Allí, frente a ellos, habrá una pared interrumpida en el medio por una tela blanca. Esta tela blanca funcionará como pantalla en la que se proyectarán diferentes imágenes. El propósito es introducirnos en el imaginario de lo que luego será ampliado en el espacio B, pero sin explicar nada cabalmente. El montaje de este video, así como el estilo, será yuxtapuesto, no buscando una conexión suave entre imagen e imagen. Se verá aquí, en principio:
- una narración abstracta sobre la muerte del bombero
- llegada de la esposa del gobernador
- preparativos de los personajes para el simulacro…
- Discurso referente a las leyes y códigos.
Luego esta pantalla se convertirá en parte de la pared (mediante la proyección de una foto similar al resto de la pared) y saldrá desde el espacio B un ser humano vestido de robot. Se parará junto a la pantalla y en ella se proyectará un texto qué explica quién es ese robot. Luego la pantalla se volverá otra vez pared. El robot correrá la pantalla evidenciando que la supuesta “pared” es en verdad una cortina y hará pasar a la gente al espacio “B”. El robot servirá de guía durante el resto de la representación.
Al espacio “B” aun no lo veo del todo claramente.
Será el espacio de desarrollo del relato.
Antes pensaba en un recorrido que llevaba a cabo el espectador.
Ahora me lo imagino como un relato con un orden de acontecimientos.
Me interesó de la muestra “Blue sky” la proyección simultánea en tres pantallas y el juego que generaba esto en la atención. Me imagino un tratamiento algo similar de la atención: “te estoy contando algo pero a la vez suceden otras cosas”.
Los elementos con los que contaremos serán: proyecciones de formato variado (proyectar en gigante, en pequeño, en humanos, en humo, en agua)
Es el espacio de las confesiones ¿representará este espacio la estación de policía, de bomberos, el hospital?
¿Proyectar constantemente en el techo, las cuatro paredes y el piso? ¿Generar un foco claro de atención pero con eventuales interrupciones?
Con este robot-humano, se resignifican los personajes cabeza de televisor, y toma más peso, considero yo, el tema del “simulacro”. La idea es buscar diferentes formas de contar, en este juego entre lo real y lo virtual, lo orgánico y la máquina, el tema de la relación máscara-esencia que se da en el ser humano.
Las formas de representación del humano pueden ser entonces:
- Proyecciones gigantes en paredes (acá se me ocurre la posibilidad de borrar a estos personajes con luz)
- Proyecciones de personajes sobre los mismos espectadores (aprovechando con este recurso las posibilidades de lo espacial) y generando, con suerte, algún tipo de identificación interesante (nota “jajaja”: acepción psicológica de la palabra “proyección”)
- Los humanos-televisor
- El humano-robot
La figura gigante proyectada en la pared será la de la esposa del gobernador: La idea es darle una representación etérea, omnipresente, el espacio de lo idolatrado, de lo inalcanzable. Lo simpático, a mi entender, es otorgarle este lugar a un personaje que evidencie ser muy berreta: no es el presidente, no es la primera dama, no es la gobernadora, es la esposa del gobernador. (Capaz podría buscársele un “cargo” aun menor).
Esta idolatría potencia la inocencia de los personajes.
El espacio
El espacio estará dividido en dos. Primero la gente llegará al espacio A. Allí, frente a ellos, habrá una pared interrumpida en el medio por una tela blanca. Esta tela blanca funcionará como pantalla en la que se proyectarán diferentes imágenes. El propósito es introducirnos en el imaginario de lo que luego será ampliado en el espacio B, pero sin explicar nada cabalmente. El montaje de este video, así como el estilo, será yuxtapuesto, no buscando una conexión suave entre imagen e imagen. Se verá aquí, en principio:
- una narración abstracta sobre la muerte del bombero
- llegada de la esposa del gobernador
- preparativos de los personajes para el simulacro…
- Discurso referente a las leyes y códigos.
Luego esta pantalla se convertirá en parte de la pared (mediante la proyección de una foto similar al resto de la pared) y saldrá desde el espacio B un ser humano vestido de robot. Se parará junto a la pantalla y en ella se proyectará un texto qué explica quién es ese robot. Luego la pantalla se volverá otra vez pared. El robot correrá la pantalla evidenciando que la supuesta “pared” es en verdad una cortina y hará pasar a la gente al espacio “B”. El robot servirá de guía durante el resto de la representación.
Al espacio “B” aun no lo veo del todo claramente.
Será el espacio de desarrollo del relato.
Antes pensaba en un recorrido que llevaba a cabo el espectador.
Ahora me lo imagino como un relato con un orden de acontecimientos.
Me interesó de la muestra “Blue sky” la proyección simultánea en tres pantallas y el juego que generaba esto en la atención. Me imagino un tratamiento algo similar de la atención: “te estoy contando algo pero a la vez suceden otras cosas”.
Los elementos con los que contaremos serán: proyecciones de formato variado (proyectar en gigante, en pequeño, en humanos, en humo, en agua)
Es el espacio de las confesiones ¿representará este espacio la estación de policía, de bomberos, el hospital?
¿Proyectar constantemente en el techo, las cuatro paredes y el piso? ¿Generar un foco claro de atención pero con eventuales interrupciones?
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